Motivación y esfuerzo decía este fornido hombre, relativo a las cualidades que desea inculcar a sus discípulos durante los periodos de tiempo que iban a compartir en adelante.

En muchas ocasiones, es verdad que me lleno de optimismo y veo todo color rosa, pero lucho contra mí mismo, contra mi dejadez, mi desidia, contra mis impulsos más primitivos que me empujan sin pensarlo al desenfreno, la locura, y el exceso.
Luchar contra mí mismo, qué antítesis más bella en comparación con mi última entrada del 8 de Febrero. Hoy empieza el segundo cuatrimestre, como un año nuevo, como un niño, no ya con zapatos nuevos, sino con un uniforme completo a estrenar. Lleno de ganas y deseos de agradar a mi persona y a las que me rodean, que bien merecerían buenas noticias de vez en cuando.

Mis padres son muy severos, pero muy blandos. Basan su poder en la recompensa y castigo, como todos los de este mundo. Sin ser excesivamente generosos, nunca han pecado de tacaños ni ruines.
Son ellos, mis padres, soy yo su legado.
Gracias por proporcionarme todos los recursos necesarios para que pueda desarrolar mis capacidades varias, y perdonad las indecencias de un adolescente, anhelante de experiencias y pleno de deseos.
Suerte a todos los estudiantes en este nuevo ciclo del curso.