lunes, 29 de diciembre de 2008

Incongruencias del comportamiento humano en soledad

Parece divertido, al menos viéndolo desde mi punto de vista actual, lo que me está aconteciendo a estas horas de la madrugada. Esta tarde me encontraba perdido en la búsqueda de un acelerador de segundos que me llevase a la noche y al desarrollo de actividades, y ahora, a las dos de la madruagada hora insular, deseo que ese catalizador no aparezca, con el fin de poder hacer las cosas que no se me ocurrieron a la tarde.

Posiblemente me encuentre escribiendo otra entrada estéril, con fundamento inútil llegado de una leve brisa de inspiración supina, tan leve, tan supina, y tan brisa, que se me acaban las palabras de aquello que pensé en un momento determinado que sería interesante: una nueva entrada.

Si bien no quiero terminar de escribir en este mi nuevo blog, me dedicaré a divagar por mis vagos pensamientos nocturnos, intentando no introducirte a tí, lector, en esos pensamientos tan dejados. ¿Cómo puede una persona escribir estas cosas que escribo? y lo más preocupante, ¿Cómo puedes, tú lector, seguir leyendo estas líneas tan carentes de sentido?

Lo he sentido en muchas ocasiones, esta dejadez y vagancia de las madrugadas. Por otra parte, trasnochar hace al ser humano estar alerta, ser perspicaz y ser más consciente de lo que le rodea, ver al mundo exterior con otros ojos.

La noche...qué gran momento de paz y tranquilidad otorgado, curiosamente, por aquello que nos permite vivir, por el sol que se oculta, el sol que se desplaza para dar la vida a personas que se encuentran en los confines más remotos de nuestro planeta.

Personas, no hacemos más que relacionarnos...

Recuerdo como si hubiera sido ayer mismo mis emociones al leer el libro de Maquiavelo, "El Príncipe", del que me queda la idea que más ha debido rondar por la cabeza de todos los líderes de los numerosos años pasados desde la escritura de la obra, en 1513..."El amor es una emoción temporal, pasajera, mientras que el miedo es permanente, por lo que es más efectivo un líder que causa miedo que aquel que es amado, pues será más respetado". Pues si, qué frágiles son las relaciones basadas en el amor y el cariño, qué débiles Maquiavelo, cuán razón tenías al pensar que es mejor ser temido que querido.
La distancia, dicho sea de paso, es uno de los motivos por los cuales las relaciones amoroso-afectivas pierden fuerza, se enfrían, mueren. Curiosamente, lector, es probable que como me conozcas, te hagas a la idea de quién puede tratarse, y es por que intuyo lo que piensas, que te pido que cambies el chip completamente, y pienses en otra persona, por que probablemente acertarás.

"Piensa mal y acertarás"

Es muy enriquecedor y a la vez intrigante, ver cómo hemos pasado de hablar de que no quiero que el catalizador me invada, a sacar a relucir sentimientos y rencores encerrados hace no más de unos minutos. No por ello me olvido de que el papel pintado ha vuelto a ser consistente, ya no está borroso, derretido o caído, pero claro está, todo depende del prisma a través del cual se mire la pared, o no.

Acelerador del tiempo, estas causando un frenado en mi velocidad de escritura, que irónicamente es un efecto de tu correcto funcionamiento.

"Según hagas tu cama, así dormirás" - Extraído del rico y extenso refranero español

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